Reseña del libro: Ocho lugares que me recuerdan a ti, de Alberto Villarreal

 

Título: Ocho lugares que me recuerdan a ti

Autor: Alberto Villarreal

Páginas: 199

Sinopsis

Santiago no cree en el amor, piensa que está sobrevalorado. Claro, hasta que conoce a Valentina. Por ella estará dispuesto a cruzar el Atlántico con sus amigos para intentar recuperarla. Puede parecer una locura... Pero en el amor no vale perder sin haberlo intentado, porque ni Shakespeare, ni José Alfredo Jiménez pueden estar equivocados... ¿O sí?

Mi opinión

Esta historia nos deja conocer a Santiago, un chico mexicano que no cree en el amor y lo ve como algo totalmente sobrevalorado e irracional. Su pasado no le permite creer ni disfrutar de un sentimiento que para muchos es la mejor cosa del mundo.

Valentina es una chica que ha venido desde Madrid, España, y que, al conocerla, Santiago descubre que el amor no es algo tan malo como parece y que enamorarse está bien. Con Valentina disfruta de lindos momentos, recorren la ciudad juntos, disfrutan de diferentes lugares, y todo parece ir bien hasta que ella, tras dos meses, decide dejarlo atrás y regresar a Madrid, donde tiene su vida. Nuestro protagonista queda con el corazón roto y sus amigos intentan, de diferentes maneras, animarlo. 

A Santiago se le ocurre una idea: cruzar el Atlántico en busca de su amor. Luego de muchos miedos e incertidumbres, y acompañado de sus amigos, el chico se lanza a la aventura para recuperar a Valentina. ¿Acaso es una locura? Claro que sí, pero dicen que en el amor vale la pena intentar. El que no arriesga no gana.

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Esta historia es un cliché andante, sí. 

Se da que, por diferentes razones, el protagonista no cree en el amor. Un amigo le comenta sobre una chica que llegará a México y necesita un guía. 

Santiago conoce a Valentina y se enamora. Es, claro, un instalove (enamoramiento a primera vista, amor de golpe..., como quieran decirle) que no me encantó pero tampoco me desagradó. 

Aunque no conecté tanto con el personaje de Santiago debo decir que me gustó que haya logrado experimentar el amor, borrando sus ideas anteriores de que era algo malo, y que por ese amor haya arriegado todo para cruzar al otro lado del mundo. Además, me gustó que haya aprendido que el primer amor a veces no es el correcto ni el único y que, muchas veces, no vemos a quién tenemos al lado.

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La escritura del autor resulta simple, ligera y directa. Es un libro corto que se lee súper rápido y que, aunque tiene mucho por mejorar, es una historia de amor muy bonita que nos enseña que está bien abrir el corazón.