Reseña del libro: Un corazón para dos de Jessi Kirby

 Título original: Things we Know by Heart

Autora: Jessi Kirby

Páginas: 359


Sinopsis

Tras perder a su primer amor, Quinn no sabe cómo sobreponerse. Con la esperanza de recoger los pedazos de su vida, ahora irreconocible, decide escribir a las personas que se salvaron gracias a los órganos donados por su novio Trent. Todos contestan, excepto el receptor del órgano más importante: el corazón. Aunque sabe que no debería, Quinn va en su busca: si lo ve, tal vez pueda seguir adelante, para siempre. Pero cuando conoce al atractivo, optimista y enérgico Colton, surge entre ellos una conexión inesperada, mágica. ¿Es amor verdadero? Cada latido de su corazón le recuerda a Quinn todo lo que ha perdido… y todo lo que hay en juego.


¿Y si el alma de una persona estuviera en el corazón? ¿Puede el mismo corazón devolverte al amor de tu vida?


Reseña del libro

Quinn ha sufrido una pérdida terrible: su novio ha fallecido en un accidente, y ella no logra anteponerse al dolor, pasa un año entero atrapada en lo que ha ocurrido, contando cada día que pasa para no olvidar cuántos lleva viviendo sin Trent.

Los primeros meses ella huye a todo tipo de contacto social, se aleja de sus amigos y familiares, encerrándose en sí misma y en su dolor. Sus padres, su abuela y hermana mayor tratan de comprender y ser pacientes con ella pero, poco a poco, empiezan a alentarla para que salga adelante. Por su bien, debe superar aquello de una vez y seguir con su vida, en lugar de estar ahogándose y consumiéndose.

Quinn se niega rotundamente las primeras veces pero, al fin, toma una decisión: reunirse con todos aquellos que hayan recibido algún órgano de su novio para poder vivir. Siente que así, al escuchar las historias de todos, podrá saber que él vive en ellos y dar un cierre para seguir adelante. Pero algo la sorprende: el receptor del órgano más importante (para ella) nunca contestó sus cartas y se negó a reunirse con la familia. Desde el centro de donaciones le explican a ella y a los padres de Trent que hay que ser abiertos y aceptar las decisiones que toman aquellos que han recibido un órgano, porque muchas veces un receptor no quiere o no puede reunirse con los familiares debido a que se sienten mal por llegar a recordarles a aquel que ha fallecido o porque están en períodos de aceptación del nuevo órgano, yendo a diferentes hospitales, tomando medicinas y aceptando que tienen una nueva oportunidad.

Inconforme y decidida a ver al receptor, Quinn dedica el tiempo para investigar quién ha recibido el corazón de su novio y, por si fuera poco, planea ir a buscarlo y exigirle una explicación frente al silencio tras las cartas que ha enviado. Sin embargo, su valentía comienza a mermar. Ya no siente que deba enfrentarlo, más aún cuando sabe que no está respetando la decisión tomada por Colton y su familia. El plan de Quinn se reduce a verlo de lejos, conocer su vida, comprobar que está bien y marcharse a casa, nadie sabrá que estuvo allí y no romperá las reglas. En lo profundo de su ser guarda la esperanza de encontrar a Trent en Colton y rescatar algo de todo lo que ha perdido.

Su meticuloso plan se desmorona por completo cuando, sin quererlo, se topa con Colton en una cafetería y choca su camioneta. 

A partir de ese día, ellos dos comienzan una amistad.  Pero ambos guardan secretos, no son honestos entre sí ni con sus sentimientos.

¿Qué pasará si él descubre que, en realidad, ella sabía mucho más de lo que debía y que conoce su corazón más que él mismo? 


Un corazón para dos es una historia muy bonita, que trata un tema bastante delicado. La autora logró entrelazar la historia de Quinn con información acerca del tema, haciendo que el lector conecte con la situación, con los personajes, y que además entienda algunos conceptos o ideas médicas. 

Creo que me faltó conocer más a profundidad a Trent, aunque la protagonista es Quinn me hubiera gustado conocer más a su novio y la relación que tenían juntos.

No conocía a Kirby y me sorprendió. Su forma de escribir resultó ser amena y sencilla, además conecté rápidamente con la historia y puesto que andaba con el día libre me dediqué a leer (y llorar) así que en menos de 24 horas ya había terminado con la lectura.

Esta historia, claro, me dejó un gran mensaje y la convicción de disfrutar cada día al máximo porque nunca sabemos si puede ser el último.

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